miércoles, 7 de diciembre de 2011

Munich retira la candidatura a los JJOO de Invierno 2022

La potente candidatura de Munich a los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 se ha esfumado. El Comité Olímpico Alemán (DOSB), presidido por Thomas Bach, a su vez vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, aprobó el pasado sábado una moción que insta a la retirada de la candidatura, que hace pocos meses fue derrotada en su empeño de albergar los JJOO de 2018, asignados a la ciudad surcoreana de PyeonChang.

Las razones que aduce el DOSB son la coincidencia de la apertura del proceso de candidatura olímpica con las elecciones federales a la cancillería alemana en 2015, así como las elecciones en Baviera, y la inestable situación económica, lo que hace aconsejable retrasar cualquier opción. La estación invernal de Garmisch-Partenkirchen, que albergó los JJOO invernales de 1936, también pretendía optar a la candidatura para 2022, pero ha recibido el mismo mensaje que Munich: sí a la candidatura, pero no ahora, sino cuando se den las circunstancias adecuadas. Thomas Bach baraja la impresión de que el COI otorgará los JJOO de Verano 2020 a una ciudad europea y buscará que los invernales de 2022 no recalen en el mismo continente. Hasta el momento, Munich apuntaba como el principal rival para la hipotética candidatura de Barcelona-Pirineus a dichos Juegos invernales.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Shane Williams, el ratón oval, cuelga las botas



Se ha retirado Shane Williams, ratón oval. Lo ha hecho a su manera: con un ensayo en el último segundo de su último partido internacional, guiño delicioso para la historia del rugby. En 87 ocasiones ha vestido la camiseta roja de País de Gales (y once, la de los Lions británicos), tercer jugador con más internacionalidades del mundo, el número uno en su país, cuna de rugbistas fabulosos. 

Shane se estrenó en el Seis Naciones de 2000 y ha acumulado dos grandes triunfos: los Grand Slam de 2005 y 2008, en los que participó con numerosos ensayos. En 2008 se convirtió en el primer galés en obtener el título de mejor jugador del año otorgado por IRB (International Rugby Board). Tres cuartos ala veloz (1,70 de estatura por 80 kilos), poseedor de una habilidad ratonil, especialista en quebrar caderas rivales, Shane batió otra leyenda en el pasado Seis Naciones: consiguió su 19º ensayo en el torneo, superando la marca del mítico Gareth Edwards. En el reciente Mundial disputado en Nueva Zelanda, contribuyó con tres ensayos al magnífico recorrido de su selección, que concluyó en cuarta posición, tras perder 21-18 contra Australia en la final de consolación.

Se ha retirado el sábado, en Cardiff, precisamente frente a Australia, que venció 18-24, selección que no pudo evitar el ensayo agónico, ya en tiempo de descuento, de Shane Williams, festejado como si de una victoria mundialista se tratara por el apasionado y entendido público galés. Shane lo celebró con su célebre voltereta y tras ello, sumando 58 ensayos en partidos internacionales con Gales y otros ocho con los Lions, se abrazó a los compañeros, recogió a sus hijos, lloró con profusión y se fue. Sencillamente.


Fotos: AFP (El último ensayo de Shane Williams, en Cardiff, ante Australia, sábado 3 de Diciembre de 2011).

jueves, 1 de diciembre de 2011

Se mantiene la regla de la salida nula



Las reglas sobre salidas nulas en atletismo no han sido modificadas por la IAAF (Federación Internacional) en su nuevo reglamento para la temporada 2012, en contra de los rumores que auguraban una revisión de la norma que elimina al corredor que efectúa una salida falsa, como ocurrió con el plusmarquista Usain Bolt en la final de 100 metros del Mundial de Daegu. A raíz de la descalificación del gran campeón jamaicano se alzaron muchas voces del atletismo contra las reglas instauradas en enero de 2010 y que eliminan a todo aquel que realice una salida falsa. 

Sin embargo, a principios de septiembre, el presidente de la IAAF, Lamine Diack, mostró su conformidad con mantener la regla y así se ha aprobado en el reciente Consejo federativo celebrado en Mónaco. Las normas básicas sobre las salidas (reglas 146.3, 162.5 y 162.6) se mantienen exactamente igual, con lo que todos los atletas, especialmente los velocistas, quedan avisados cara a los Juegos Olímpicos de Londres’12: a la primera nula, eliminados.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Vasily Alekseiev, el hombre más fuerte del mundo



Vasili Alexeiev, el hombre más fuerte del mundo. Una leyenda absoluta, considerado el mejor deportista de la historia de la Unión Soviética y el mejor del mundo del siglo XX. En su muerte a los 69 años es obligado recordar que acumuló 21 medallas de oro entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos y sumó 80 récords del mundo. Halterofilia, por supuesto. Pesos superpesados.

Su primera plusmarca universal la consiguió el 24 de enero de 1970, en Velikie Luki (Rusia) cuando tiró 210,5 kilos en Fuerza. Los jóvenes se sorprenderán. ¿Fuerza? Sí, antes la halterofilia no tenía dos movimientos (Arrancada y Dos Tiempos), sino tres. El movimiento de Fuerza, que consistía en una primera acción idéntica a la del Dos Tiempos, es decir, desde el suelo hasta el pecho. Pero su segunda acción debía realizarse sin emplear las piernas, simplemente con la fuerza de los riñones y los brazos. De ahí su nombre: Fuerza. Una tortura para la espalda, por lo que fue abolida a finales de 1972.

En Fuerza, el poderoso Alekseiev siempre fue el líder y, lógicamente, el récord mundial quedó para siempre en su poder: 236,5 kilos, levantados el 15 de abril de 1972 en Tallin (Estonia), registro que perdurará por los siglos de los siglos.

Su peor movimiento siempre fue la Arrancada porque la agilidad jamás fue una virtud, no en vano alcanzó un peso corporal cercano a los 162 kilos por 1,86 de estatura, y su enorme estómago le impedía levantar la barra en vertical. Así que la Arrancada siempre se le atragantó, aunque consiguió batir el récord mundial en cuatro ocasiones hasta alcanzar los 190 kilos, plusmarca que pronto fue superada por el búlgaro Christo Platchkov (200 kg). Por el contrario, en Dos Tiempos fue un coloso: en 1970 tiró 221,5 kilos y siete años más tarde (31 de octubre de 1977, 60º aniversario de la Revolución de Octubre) remontó 256 kilos, una monstruosidad que perduró en el tiempo, el último récord mundial que consiguió. Baste recordar que la plusmarca actual, en poder del mítico iraní Reza Zadeh asciende a 263,5 kilos, logrados en Atenas’04, sólo siete kilos de mejora en 27 años. Los totales de Alekseiev son otra muestra de poderío: 445 en el Total de 2 movimientos, 645 en el Total de 3 movimientos, otra marca inmortal.

Acumuló 80 plusmarcas universales: 17 en fuerza, 4 en Arrancada, 32 en Dos Tiempos, 9 en el Total de 2 movimientos y 18 en el Total de 3 movimientos. Fue el primer hombre en levantar 600 kilos en la suma de los tres movimientos: el 18 de marzo de 1970, tenía 28 años recién cumplidos. Ganó el oro en los JJOO de Munich’72 con un total de 640 kilos: 235 en Fuerza, 175 en Arrancada y 230 en Dos Tiempos, algo inaudito dado que levantó más sin la ayuda de las piernas (Fuerza) que con ella (Dos Tiempos), lo que habla de una potencia hercúlea entre pecho y espalda. Pocos meses antes, el 15 de abril, había alcanzado los 645 con parciales de 235, 172,5 y 237,5. Tras el año 72 desapareció el movimiento de Fuerza y la halterofilia quedó reducida a Arrancada más Dos Tiempos. Para Alekseiev, el golpe no supuso ninguna merma en su dominio aunque redujo su jerarquía.

Pocos meses antes de los Juegos Olímpicos de Montreal’76, sus rivales le amenazaron. El 14 de abril de 1976, el alemán oriental Gerd Bonk se proclamó campeón europeo en ausencia de Alekseiev y registró dos récords mundiales. En Dos Tiempos tiró 252,5 kilos, cinco más que la plusmarca que poseía el campeón soviético. Sumados a los 180 que levantó en Arrancada, Bonk consiguió un total de 432,5 kilos, récord mundial igualado. Pero no igualado con Alekseiev, sino con el búlgaro Christo Platchkov, que lo había conseguido el año anterior. En este Europeo, Platchkov fue segundo con 430 (195+230). Semanas más tarde, Alekseiev recuperaría la plsumarca con 435 kilos, pero apenas pasaron unas semanas y Platchkov lo elevó a 442,5, un registro que parecía imbatible. Y así llegaron los Juegos de Montreal.

Y justamente diez días antes, se supo que Platchkov sería baja por temor a dar positivo por anabolizantes en un control antidoping. Alekseiev se presentó en la Arena Saint-Michel de Montreal pesando 156 kilos y el periodista Eric Lahmy escribió la siguiente crónica de su triunfo para el diario L’Equipe:

“Alexeiev es una torre inexpugnable. Posee una resolución tranquila, que se percibe en sus ojos oscuros de gitano, y la determinación de un hombre al que nada ni nadie puede abatir. Un solo ensayo en Dos Tiempos, 230 kilos, le asegura la victoria. Tras ello puede mostrar que se ha preparado a la perfección. Que ni siquiera el fantasma de Platchkov podrá nunca oscurecer los focos para reclamar una ilusoria victoria. De este modo, ataca sin transición el récord del mundo: una barra cargada con 255 kilos. Sube a la tarima y levanta esos 255 kilos bajo los aplausos de un público entusiasmado por el espectáculo de un campeón como jamás se ha conocido en este deporte. Durante un minuto completo, Alexeiev recibe los aplausos de este templo de la halterofilia. Después, el Sansón de los tiempos modernos desaparece por los pasillos marcando un paso ágil”.

Doblete olímpico, apoteosis de la fuerza, récord mundial en Dos Tiempos con esos tremendos 255 kilos, que unidos a los 185 de la Arrancada arrojan un total de 440, su mejor prestación, pero sin poder quitarle el récord a Platchkov. No hay nadie en la historia de la halterofilia con el poderío de Alekseiev, que un año más tarde recuperará la plusmarca general con 445 kilos, sólo dos meses antes de su última gran hazaña: los mencionados 256 kilos en Dos Tiempos.

Pasarán tres años hasta los Juegos de Moscú, donde el gran ídolo intenta su tercer oro. Han sido tres años duros en los que la competencia se ha extremado. En el Mundial de 1978 (Gettysburg) se lesiona al arrancar 185 kilos. Desde entonces, su preparación no será la misma. Su compatriota Sultan Rakhmanov ha crecido una enormidad, levantando 200,5 kilos en Arrancada. Es un rival formidable, como también el alemán oriental Jurgen Heuser, campeón mundial en el 78. Alekseiev se presenta en el Izmailovo Weightlifting Hall de Moscú con un mal precedente: en la Spartakiada previa sólo ha conseguido un total de 375 kilos, un pobre registro.


Se lo juega todo en el primer movimiento, la Arrancada, su punto débil. Pide 180 kilos y una tras otra, hasta tres veces, se ve incapaz de levantar la barra por encima de su cabeza. Tres nulos, fin de trayecto. Rakhmanov imperial conquistará el oro con 440 kilos igualando el récord olímpico de Alekseiev en Montreal. Heusen será plata, muy lejos, con 410 kilos. Un año más tarde, Alekseiev perderá todos sus récords a manos de dos jóvenes compatriotas: Vladimir Marchuk tirará 257,5 kilos en Dos Tiempos; Anatoly Pisarenko, el nuevo rey, conseguirá 457,5 en el total.

La leyenda rodeará para siempre a Vasily Alekseiev, ingeniero de minas, conquistador del doblete olímpico con 30 y 34 años respectivamente. De él, algunas fuentes dirán que comía a diario 150 gramos de caviar, dos kilos de carne, 200 gramos de queso blanco, 150 de mantequilla, dos kilos de fruta y dos litros de yogurt. Otras fuentes exagerarán algo más: una tortilla de 36 huevos para desayunar, cinco solomillos a mediodía y una pierna de cordero con hortalizas y 20 pintas de cerveza para cenar. Nunca sabremos realmente lo que comía, pero sí nos quedará la certeza de lo que levantaba.

Mejores marcas de Alekseiev >  190 en Arrancada; 236,5 en Fuerza; 256 en Dos Tiempos; 645 en el Total 3 movimientos; 445 en Total 2 movimientos.

martes, 15 de noviembre de 2011

Brillante quinta plaza de Lidia Valentín

No conozco suficiente el nivel de la halterofilia española como para emitir un juicio de valor sobre la actuación general en el reciente Mundial concluido en Disneyland París, pero destaca poderosamente el quinto puesto conseguido por Lidia Valentín en la categoría de 75 kilos. La levantadora leonesa es el valor más destacado en este deporte desde hace cinco años, habiendo recogido el testigo de la magnífica Estefanía Juan. El quinto puesto de Valentín iguala el logro que consiguió la haltera en los JJOO de Pekín’08 y la reafirman como un valor firme en este deporte.

En el Mundial, Lidia ha levantado un total de 258 kilos (120 en Arrancada y 138 en Dos Tiempos), a siete de la medalla de bronce que ha logrado la norcoreana Kim (265), un total que estaba a su alcance, no en vano el pasado mes de abril consiguió el bronce en el Europeo de Kazan con 264 (122 + 142), que es su actual récord de España. Hace tres años, en Pekín, Lidia fue quinta con 250 (115+135). La especialidad tiene una dominadora incontestable, la rusa Nadezda Evstyukhina, campeona con 293 kilos (130+163, récord mundial de Dos Tiempos), que superó en seis kilos a la kazaja Podobedova (287). Recordemos que la rusa fue bronce en Pekín’08 con sólo 20 años, cuando levantó precisamente 264 kilos, y desde entonces su progresión ha sido excepcional, teniendo ya a tiro la plusmarca mundial de Podobedova (295).

A Lidia Valentín le faltó un único kilo para hacerse con el bronce en Arrancada. Tiró 112 en su primer intento y 117 en el segundo, pasando a 120 en el tercero, que levantó. Pero la medalla de la especialidad recayó en la bielorrusa Iryna Kulesha, con 121 (tras 115 y 119). Con menor peso corporal (74,34 contra 74,52) que su rival, Valentín habría sido tercera de haber optado, y tirado, 121, pero con 120, a sólo dos de su récord nacional, concluyó cuarta. En Dos Tiempos, su prestación fue algo inferior con 138 kilos, quedando a cuatro kilos de su plusmarca española (142) contra la que se estrelló en el tercer intento (tras 133 y 138). Recordemos que Lidia Valentín ha sido tres veces medalla de bronce absoluta en Europeos (2007, 2009, 2011) y subcampeona en 2008, acumulando también subcampeonatos en Arrancada (2007, 2008).

España no presentó participante en las categorías de 53, 58 y más de 75 kilos. En la de 69, Sheila Ramos concluyó vigesimoprimera, con 214 kilos (97+117), a 3,5 kilos del récord español de Tatiana Fernández, que data de 2005. En su tercer intento del Dos Tiempos, Sheila falló en los 120 kilos, que habrían supuesto un nuevo hito en la categoría. 

A simple vista, la competidora española peor clasificada ha sido Irene Martínez (26ª) en la categoría de 63 kilos, pero sus 18 años son una gran promesa de futuros éxitos. En realidad, su rendimiento está siendo espectacular. Lleva un año en el centro de alto rendimiento de Madrid y ya ha participado en el reciente Mundial junior, siendo decimocuarta con 167 kilos (77+90), total que ha superado por mucho en este Mundial absoluto, donde ha tirado 180 (85+95).

Por último, la gran Estefanía Juan, ya con 30 años, ha concluido undécima en 48 kilos con un total de 163 (73+90), aunque lejos de las plusmarcas que obtuviera en su momento de apogeo, cuando se proclamó campeona europea absoluta en 2006 y 2007, éste último con 189 (85+104), actuales plusmarcas. Estefanía ha sido un gigante de este deporte, acumulando 19 títulos de España, el Europeo Sub-16 y tres absolutos (ya lo fue en 1997). Hace pocos meses, incluso consiguió ser quinta en el Europeo de Kazan con 169 kilos (76+93).

La participación masculina ha resultado algo menos relevante. En 56 kilos, Francisco Guirado ha sido vigésimo con 242 kilos (109+133) y Josué Brachi 22º, con 237 (107+130). En la de 62, Acorán Hernández ha concluido 28º con 258 (118+140), tres kilos más que Iván García, trigésimo, con 255 (115+140). No hubo participación en las categorías de 69, 85, 105 y más de 105 kilos. En la de 77, Andrés Mata fue vigesimocuarto con 315 kilos (140+175), en tanto en la de 94, el olímpico José Juan Navarro concluyó decimonoveno con 362 (162+200), bastante lejos de los 383 (173+210), actual récord, que le otorgaron la décima plaza en Pekín’08.

Para cerrar el balance de este Mundial de París, he encontrado las imágenes de la proeza frustrada de Maiya Maneza. Si has leído su historia, puedes verla completa entre los minutos 43’09” y 47’30” del siguiente vídeo:

domingo, 13 de noviembre de 2011

El hércules iraní


El jovencito iraní Behdad Salimikordasiabi ha batido el récord mundial de Arrancada en el último día de los Mundiales de Halterofilia que se han disputado en Dysneland París. El nuevo récord asciende a 214 kilos, uno más que el anterior, en poder de su compatriota, y ahora segundo entrenador, Reza Zadeh, que tiró 213 kilos hace ocho años. Con sólo 22 años y un peso corporal de 168,22 kilos, Salimi es la gran promesa de la halterofilia mundial para esta década en la categoría de pesos máximos. Campeón mundial 2010 en Antalya con 453 kilos en el total (208 en Arrancada y 245 en Dos Tiempos), en París ha mejorado esos registros sin dificultad, en un concurso brillante y emotivo, aderezado por sus constantes gritos y rezos.

De hecho, en ambos movimientos, su primera tirada ha sido superior a la mejor del subcampeón. En Arrancada, ha empezado en 201, seguido con 209 y terminado en 214, plusmarca universal. Tras él, el ucranio Shymechko ha cerrado en 200 exactos. La superioridad de Salimi ha sido mucho más apabullante que en Dos Tiempos, donde ha firmado 250 kilos en su segundo intento, tras levantar 241 en el primero y fallar en los 260 sin ninguna opción. En el segundo puesto, su compatriota Anourhiravani ha cerrado en 241, conquistando la plata por menor peso corporal (149 contra 157) ante el coreano Jeon. En el total, Salimi ha sumado 464 kilos, extraordinarios, a sólo ocho del récord mundial de Zadeh (472 desde Sidney’00), muy por encima de los 439 de Anoushiravani y los 433 de Jeon.

Quien no ha ejecutado nunca una Arrancada no puede imaginar lo que significa. Se reúnen en dicho movimiento algunas de las más poderosas características del deporte de alta competición: precisión técnica, explosividad física, ambición, coraje, superación mental, resistencia al dolor, persistencia y tenacidad, concentración emocional y superación más allá de los límites. Arrancar esa montaña de hierro que rodea la barra es una tarea descomunal y desalentadora, pues uno tiene la sensación de intentar arrancar una secuoia con raíces. Es una tarea hercúlea, fría como el metal, que agota el cuerpo y nubla la mente. Basta ver a los halterófilos descender de la tarima resoplando agotados, con el corazón disparado a más de 180 pulsaciones, la adrelanina en el límite y los músculos sin alimento.

La Arrancada es una especialidad demoledora en la que te sientes incapaz de levantar una montaña de hierro por encima de tu cabeza con un movimiento único y explosivo. Agarras la barra en una posición forzada, con las manos lo más alejadas posible entre sí y las piernas flexionadas al máximo y tratas de levantar ese monstruo de una sola vez, sin que sea posible flexionar los brazos en ningún momento. Hércules en estado puro.



PD: La china Lulu Zhou ha batido el récord mundial en el Total de la categoría de pesos máximos, con 328 kilos, dos más que la plusmarca de la coreana Jang (326) desde los JJOO de Pekín’08. Zhou ha conseguido 146 kilos en Arrancada (igualando el récord mundial) y 182 en Dos Tiempos. En la especialidad de Arrancada, la rusa Tatiana Kashirina ha tirado 147 kilos, mejorando en uno su propio récord mundial establecido el pasado mes de abril en Kazan.

- Foto: Rob Macklem


miércoles, 9 de noviembre de 2011

La proeza frustrada de Maiya Maneza

Conocemos grandes prodigios deportivos, pero ayer asistí a un momento que me impactó y que merece ser explicado. Sucedió en el Mundial de Halterofilia que se está disputando en Disneyland París y pareció un sueño, aunque terminó en pesadilla. La rusa Svetlana Tsarukaeva tenía prácticamente colgada al cuello la medalla de oro del Total en categoría 63 kilos. La distancia respecto de la que parecía subcampeona, la kazaja Maiya Maneza, gran dominadora de la especialidad hasta este año, era enorme, insalvable. La modalidad de Arrancada había provocado dicha diferencia.

En Arrancada, la rusa tiró 117 kilos, un registro tan extraordinario que supuso nuevo récord mundial de la especialidad. No un récord cualquiera, además, pues la anterior plusmarca databa de 2005, cuando la tailandesa Pawina Thongsuk logró 116 kilos en una especialidad con poco movimiento, ya que el récord anterior (logrado en Atenas’04) era de 115 kilos, de la bielorrusa Batsiushka. Con la nueva plusmarca en el bolsillo, Tsarukaeva (62,17 kilos de peso corporal) se las prometía muy felices pues había dejado bastante atrás a la china Xiaofang Ouyang (113) y aún más a kazaja Maneza (109), su mayor adversaria, decepcionante en este apartado. Ocho kilos en un solo movimiento es una ventaja enorme en halterofilia.

Así que acudieron al movimiento final, el Dos Tiempos. La china Ouyang no pudo levantar más de 133 kilos, la rusa Tsarukaeva se aseguró unos magníficos 138 kilos y la kazaja consiguió 139 en su segundo intento. En la suma de ambos movimientos, la rusa tenía 7 kilos de ventaja, lo que parecía inalcanzable para el tercer intento de Maneza. Entre otras razones porque el récord mundial de la especialidad, en poder de la kazaja, está en 143 kilos desde el Mundial del año pasado (Antalya). ¿Qué hizo Maneza en su tercer intento? Pedir lo imposible: 147 kilos, cuatro más que su plusmarca universal. ¿Por qué 147? Porque necesitaba recuperar no siete, sino ocho kilos ya que tenía un peso corporal (62,31 kgs) superior al de su rival. De haber colocado 146, habrían empatado en el total, pero la rusa sería medalla de oro.

Por tanto, Maneza pidió 8 kilos más que los 139 que había levantado en el segundo intento y, al mismo tiempo, cuatro kilos más que su récord universal. Maticemos un detalle: desde 2003, en que el récord mundial estaba en 138 kilos (Natalia Skakun), todas las mejoras posteriores lo han sido de kilo en kilo (Shimkova 139, Thongsuk 140, Shimkova 141, Thongsuk 142, Maneza 143). Estábamos, por tanto, ante un desafío histórico: cuatro kilos más que el récord vigente. Una apuesta sin riesgo (Maneza ya era subcampeona total y oro en Dos Tiempos), pero con el premio de una proeza sublime.

Concentración, consejos de los entrenadores, motivación máxima, silencio sepulcral… y un primer movimiento errado y falto de precisión. Nulo, final de la lucha. Maiya Maneza se retira cabizbaja del escenario, recibe los ánimos de su equipo y acude a felicitar a la campeona Tsarukaeva. De pronto, y ya ha transcurrido más de un minuto desde el fatal desenlace, algo ocurre. Llegan oficiales, hablan con los entrenadores, se organiza un gran jaleo y la kazaja se despoja del chándal, como preparándose para repetir el intento.

La televisión nos aclara lo ocurrido: los ayudantes de los jueces han colocado mal las halteras y, en lugar de 147 kilos sólo han cargado 146 y de modo asimétrico. A la derecha de la barra de 20 kilos han cargado 63,5 kilos, pero a la izquierda sólo 62,5. Falta un kilo, en el extremo izquierdo de la barra. Es decir, el intento no puede darse por efectuado y hay que repetirlo. Esta vez, por descontado, con el peso exacto de 147 kilos. Oportunidad inesperada, requiebro del deporte.

Aunque, pensándolo bien, si Maneza no ha podido con 146, ¿cómo conseguirá levantar 147? Imagino que eso es lo que esta chica de 26 años le pregunta a su entrenador, que le da golpecitos en los hombros, animándola, casi a gritos, reclamando un esfuerzo inédito, llamando a energías invisibles para dicho movimiento sobrehumano. Vuelve al escenario, silencio de nuevo, primer movimiento perfecto, barra en reposo clavicular, tensión máxima y los dos brazos arriba para levantar sobre la cabeza esa estratosférica masa de hierro. Torsión del cuerpo, pequeños pasitos, barra arriba, venas hinchadas, sí, no, Maneza resiste uno, dos tres segundos en la posición y estalla de júbilo. 

Y con ella, su equipo, que la levanta y estruja en una felicitación tan hercúlea como la obra que acaba de realizar, pulverizando cuanto había que romper. Pero en pleno éxtasis llega el bombazo. Los círculos de los tres jueces permanecen en rojo. Rojo mortal. Intento nulo. Proeza suspendida. Mazazo para la kazaja, lágrimas y desespero. Y la televisión, nuevamente, nos muestra la auténtica realidad: su brazo derecho no estaba perfectamente estirado en el segundo movimiento, con las halteras sobre su cabeza. Ese codo se flexiona una, dos y hasta tres veces, incapaz de soportar el peso, movimiento no permitido.

Así que en cinco minutos vivimos todos los escenarios posibles del deporte. La victoria segura de la rusa Tsarukaeva, el reto imposible de Maneza, su intento fallido y la decepción consiguiente, el error logístico, la esperanza por una nueva oportunidad, el intento prodigioso, la euforia exuberante, la proeza indescriptible, la sentencia cruda, la decepción inmensa. El deporte.

Fotos: Benoit Tessier (Reuters) / Hannah Johnston (Getty) / Eurosport

sábado, 17 de septiembre de 2011

Yohan Blake cita a Usain Bolt a un duelo en los 18"90


Los 19”26 logrados por el jamaicano Yohan Blake en los 200 metros lisos del mitin de Bruselas han dejado estupefacto al mundo del atletismo. Por el valor del crono y por el modo de conseguirlo. Hablamos de la segunda mejor marca mundial de la historia, a solo 7 centésimas del estratosférico récord que Usain Bolt consiguió en 2009 en Berlín (19”19) y 6 centésimas mejor que la plusmarca del legendario Michael Johnson en 1996 en Atlanta (19”32), que parecía predestinada a resistir cincuenta años.

Primero, dimensionemos la proeza: supone la segunda marca de siempre; aleja al mito Johnson; supera el récord mundial que Bolt logró en los JJOO de Pekín’08 (19”30) y que parecía otro límite humano; deja en el limbo a Tyson Gay, Carter o Spearmon; y manda a la prehistoria de la velocidad a Frankie Fredericks, Pietro Mennea, Mike Marsh, Carl Lewis y, por supuesto, Tommie Smith.

Apenas hay datos numéricos de la carrera: 269 milésimas como tiempo de reacción al disparo y un paso por los primeros 100 metros en 10”00 manual según compruebo visualmente en la repetición de la carrera. Pero es una observación mía deteniendo la imagen y, por tanto, sujeta a un error muy grande: puede haber 5 o 6 centésimas de error arriba o abajo como mínimo. Es decir, ese 10”00 que yo veo puede ser 9”92 o 10”08 perfectamente. En cualquier caso, y a la espera que la IAAF abra la boca en este sentido, si aceptamos ese 10”00 significaría que su segundo hectómetro lo corrió en 9”26, el segundo más rápido de la historia. Hasta la fecha, los grandes parciales oficiales son estos:

Michael Johnson > 19”32 = 10”12 + 9”20 (JJOO Atlanta’96)
Usain Bolt > 19”30 = 9”98 + 9”32 (JJOO Pekín’08)
Usain Bolt > 19”19 = 9”91 + 9”28 (Mundial Berlín’09)
Yohan Blake > 19”26 = 10”00 + 9”26 (Provisional)

Sobre el tiempo de reacción: su movimiento con respecto al disparo ha sido muy lento (269 milésimas). Baste recordar las 133 milésimas que empleó Bolt en Berlín cuando su récord vigente. Pero no es razonable decir que por esta razón Blake no ha batido la plusmarca. Numéricamente sí lo parece: 269-133 = 136 milésimas, es decir 13 centésimas de mejora, lo que le habría llevado a 19”13. Pero es evidente que Blake no sale mal: elige salir así. Y lo explica al término de la carrera, cuando reconoce que su entrenador Glen Mills le ha dicho poco antes: “Recuerda mis instrucciones: tienes que correr un buen segundo hectómetro”. Por tanto, Blake elige salir suavemente. No sólo reaccionar de tacos, sino realizar una aceleración prudente. De hecho, sus primeros 50 metros son lentos y Walter Dix (autor con 19”53 de la 6ª marca de la historia) le gana toda la compensación de la curva al paso por los 150 metros y sigue comiéndole terreno en los siguientes 30 metros.

Se aprecia que la carrera de Blake contiene tres fases muy diferentes: 1ª) Muy suave hasta los 50 metros; 2ª) Mantenimiento hasta los 120; y 3ª) Desenfrenada hasta la meta. Este modo de correr los 200 está siendo popularizado por la escuela francesa de velocidad en los últimos años: afrontar el doble hectómetro en “negativo”. Dudo mucho que Blake se haya inspirado en los franceses y por sus palabras se puede deducir que fue el miedo a no resistir al final lo que le llevó a correr así, como si se tratara de un progresivo: conservar mucho al principio y lanzarse en la recta. El resultado, sea cual sea la razón, ha sido prodigioso y permite augurar, sin ninguna duda, que Blake ya está a la altura del mejor Bolt en los 200, si no mejor. La cita de ambos será en los 18”90.

Mejores marcas de la historia

Usain Bolt > 19”19 (-0,3 m/s) Berlín’09
Yohan Blake > 19”26 (+0,7 m/s) Bruselas’11
Usain Bolt > 19”30 (-0,9 m/s) Pekín’08
Michael Johnson > 19”32 (+0,4 m/s) Atlanta’96
Usain Bolt > 19”40 (+0,8 m/s) Daegu’11
Walter Dix > 19”53 (+0,7 m/s) Bruselas’11
Usain Bolt > 19”56 (-0,8 m/s) Kingston’10
Usain Bolt > 19”57 (0,0 m/s) Bruselas’09
Tyson Gay > 19”58 (+1,3 m/s) New York’09
Usain Bolt > 19”59 (-0,9 m/s) Lausana’09

Os dejo el informe publicado en El Periódico el 22 de agosto de 2009 sobre Usain Bolt y su récord mundial de los 200.

Estadística: Alltime-athletics.com
Foto: Gladys Chai van der Laage (IAAF.com)

viernes, 2 de septiembre de 2011

Demasiado pronto, Natalia (5ª y 6ª jornada Mundial atletismo)


1.- Demasiado pronto. Así se resume la actuación de Natalia Rodriguez en el 1.500.  Favorita tras una buena semifinal y en recuerdo de su cabalgada triunfal (y frustrada) de Berlín’09, Natalia ha corrido como acostumbra: con los ojos bien abiertos, el pulso frío, las piernas calientes y el GPS activado. Natalia cabalga con suavidad durante los tres primeros giros, alejada de zonas broncas y tensas. Sale indemne de las caídas tradicionales, que se llevan por delante a dos de las favoritas: Morgan Uceny (EEUU) y Maryam Jamal (Burundi). Y al toque de campana decide que es la hora del ataque.

Se equivoca. Natalia es irresistible en los últimos 150 metros, pero hoy ha decidido atacar de lejos. Demasiado pronto. Demasiado fuerte. A 50 metros de la victoria se le acaba la gasolina y ve pasar a dos relámpagos que la relegan al bronce en 4’05”87: triplete blanco con la estadounidense Jennifer Simpson (4’05”40) y la británica Hannah England (4’05”68).

2.- Esperas a Bershawn Jackson, a Van Zyl, a Javier Culson, incluso a Félix Sánchez. Pero en la recta final surge como un relámpago David Greene y remonta un duro 400 vallas para proclamarse campeón mundial (48”26) y dejar boquiabiertos a todos los pronosticadores. En cambio, todos esperábamos a Lashinda Demus para el oro en la misma prueba femenina y cumplió con un extraordinario recorrido, cerrado en 52”47, apenas a cinco centésimas del récord mundial de Melanie Walker (52”42, 2009), que siguió la proeza de su rival desde un par de metros atrás (52”73). Prodigiosa carrera y gran duelo programado para Londres’12, con el oro olímpico y la plusmarca mundial como premios.

3.- Interesante final de altura masculina, con Jesse Williams en concurso perfecto, cinco saltos al primer intento, desde 2,20 hasta 2,35, fin de trayecto. Mismo registro que el ruso Dmitrik, con varios nulos en su progresión. Decepción de Ivan Ukhov, quinto con 2,32 superados al tercer intento. Bronce para el sorprendente bahameño Trevor Barry (2,32 al primero, marca personal) que permite calibrar el indescriptible bajón de su compatriota Donald Thomas, undécimo con sólo 2,20, lejísimos de aquellos 2,35 que le dieron el oro mundialista en Osaka’07. De Thomas decían que no sabía saltar porque practicaba una heterodoxa tijera sobre el listón y pronosticaban que, si mejoraba su técnica, se iría a los 2,40. Manos a la obra, le cambiaron su modo natural de saltar y han conseguido hundirle en la miseria. ¡Huyamos de los ortodoxos!

4.- Golpe de efecto en la calificación de jabalina: Tero Pitkämäki, fuera de la final con unos pobres 79,46 y otros dos lanzamientos muy menores (78,21 y 76,05), lejos de los 82,50 que se pedían y de los 81,03 que han servido de repesca. Ya son cuatro los años en que el finlandés no cuaja buenas actuaciones. Desde su victorial en el Mundial’07 de Osaka con aquellos grandes 90,33, Pitkämäki está muy lejos de sí mismo.

y 5.- Olga Kaniskina, 26 años, rusa de oro que encadena títulos de 20 Kilómetros Marcha con una precisión matemática. 1 hora 29’42” para ganar en la humedad de Daegu, crono profesional, muy alejado de su mejor marca personal (1h24’56”). Kaniskina es imparable en los días grandes: campeona en Osaka’07, Berlín’09 y Daegu’11, triplete consecutivo, aderezado por sus victorias en los JJOO de Pekín’08 y el Europeo de Barcelona’10. La marchadora imbatible.

martes, 30 de agosto de 2011

Día de tropiezos (4ª jornada Mundial atletismo)



1.- La invencible Yelena Ysinbayeva ha vuelto a morder el polvo. Esta vez, ni la lluvia ni el viento fueron los elementos que se aliaron en su contra. Simplemente, la rusa está muy lejos de sí misma, de aquella que volaba sobre los 5 metros sin pestañear. Bronce en París’03 siendo una niña (4,65 m); campeona en Helsinki’05 (5,01); de nuevo triunfadora en Osaka’07 (4,80); desastre mayúsculo en Berlín’09, sin marca en la final por tres nulos; y sexta ahora (4,65) con malos intentos sobre 4,75 (un nulo) y 4,80 (dos nulos) exactamente la misma trágica secuencia que hace dos años ya le resultó letal en el Mundial disputado en el Olympiastadion alemán. Lesiones e idas y venidas de entrenador han sembrado estos dos años de la gran zarina, indiscutible mejor especialista de la historia y a la que no deberíamos escribir todavía epitafio alguno porque tiene capacidad para regresar donde solía: no necesita demasiado para acercarse a lo que fue y con eso puede bastarle en Londres’12 para sumar un tercer título olímpico.

La brasileña Fabiana Murer (30 años) ha igualado su récord sudamericano (4,85 al 1º intento) para colgarse el oro. Otra aspirante a los cinco metros. Detrás suyo, Martina Strutz consigue una plata excepcional: 4,80, nuevo récord de Alemania para esta chica de casi 30 años y una potencia desmedida, compacta y rotunda de movimientos, sorprendente pertiguista de sólo 1,60 de estatura (53 kilos) que hace un año saltaba 4,30 y que hace apenas seis meses mejoraba su plusmarca con 4,55. Catapulta alemana.

El podio lo completa otra treintañera, Svetlana Feofanova, la regularidad personificada: ya hace diez años que saltó 4,75 y ahí sigue. Hoy ha superado exactamente esa medida en su primer intento y suma su cuarta medalla mundialista: plata en 2001, oro en 2003, bronce en 2007 y 2011, curiosamente las cuatro veces con el mismo registro: 4,75. Madame Regularity.

La pértiga deja otra imagen imborrable. Ayer, Lázaro Borges alcanzó la medalla de plata con 5,90, récord nacional cubano. Hoy, Yarisley Silva ha sido quinta con 4,70, récord nacional cubano. De pronto, hay pertiguistas cubanos en las alturas máximas. Al margen del talento natural de los atletas, el mérito es de unos entrenadores de calidad suprema, excepcionales como los rusos.

2.- En los JJOO de Pekín’08, la rusa Tatyana Chernova subió al podio del Heptathlon con sólo 20 años. Era la promesa que llamaba a las puertas de la prueba completa. Sus dos años siguientes no confirmaron la promesa: aquella chica desgarbada y algo torpe parecía haberse estancado. Hasta que en Daegu’11 ha estallado con todo su potencial y ha batido por amplio margen a la gran Jessica Ennis. 6.880 puntos para la rusa, 107 más de su marca personal, y 6.751 para la británica, que llevaba una competición extraordinaria hasta su pinchazo en la jabalina, donde no ha llegado a los 40 metros. Fiel a su coraje, Ennis ha disputado más tarde un 800 impreisonante, cubriendo la primera vuelta en 1’00”88, casi de mitin individual, para cerrar en 2’07”81, récord personal, pero Chernova sólo ha cedido un puñado de centésimas (2’08”04).

- Tatiana Chernova > 13”32/1,83/14,17/23”50//6,61/52,95/2’08”04 = 6.880 puntos

- Jessica Ennis > 12,94/1,86/14,67/23”27//6,51/39,95/2’07”81 = 6.751 puntos

3.- Pestano de nuevo. KO en la alta competición. No es ningún secreto que la presión ambiental le puede y que Mario trabaja duro para corregirlo. Ha vuelto a pinchar en hueso, pero seguro que intentará resolverlo para Londres’12. No se va a dar por vencido por más fracasos que acumule. Hoy empezó correctamente (62,97), se estancó (63,00) y, en el tercer intento, el mundo se le vino encima cuando vio que apenas era undécimo y estaba fuera de la mejora. Su tercer lanzamiento (62,74) ya fue con el brazo agarrotado.

Repite título el alemán Robert Harting con 68,97 y dos tiros cercanos de 68,49 y 68,10. El campeón olímpico Gerd Kanter (EST) es plata con 66,95 y dos lanzamientos más de 66,90 y 66,13 y el iraní Ehsan Hadadi arranca un bronce ilusionante (66,08). A sus 39 años, el lituano Virgilius Alekna (64,09), una leyenda del disco, aún consigue la sexta plaza.

4.- David Lekuta Rudisha, 22 años, plusmarquista mundial de los 800 (1’41”01) no se ha andado con chiquitas y desde la salida ha decidido no sufrir problemas. 51”33 al paso por los 400 y una recta final imperial, sin que nadie le soplase el cogote. La pelea ocurría detrás, donde dos generaciones luchaban por la plata: Abubaker Kaki (1’44”41), 22 años, ha resistido algo más en los metros finales, concretamente 8 centésimas sobre el mítico Yuri Borzakovskiy (1’44”49), ocho años mayor que el sudanés. Rudisha y Kaki son el tándem del futuro (sin despreciar a Yego). Más los dos polacos: Lewandowski (4º-1’44”80) y Kszczot (6º-1’45”25).

5.- Por novena vez en la historia, un atleta se proclama campeón mundial juvenil, junior y absoluto. Pero nadie lo había hecho en un período tan corto de tiempo como Kirani James, de Granada, vencedor en el rush final de los 400 metros: 44”60, tres centésimas menos que LaShawn Merritt, líder hasta los 390 metros. James es el heredero natural de otro cuatrocentista magnífico de la isla caribeña: Alleyne Francique, dos veces campeón mundial de la distancia pero en pista cubierta y que todavía mantiene el récord nacional en 44”47, pues James posee un primado personal de 44”61.

Estamos ante un prodigio precoz: Kirani James , aún 18 años (1-IX-92) nacido en Saint Georges (Granada). Campeón mundial juvenil (2009), junior (2010) y absoluto (2011). Octavo atleta que lo consigue, pero el que lo logra en menor tiempo posible: entre el 10 de julio de 2009 y el 30 de agosto de 2011. Antes que él hicieron triplete seis mujeres (Verónica Campbell, Jana Pittman, Yelena Ysinbayeva, Valerie Vili-Adams, Dani Samuels y Tatyana Chernova, también hoy). Sólo un atleta masculino lo había conseguido con anterioridad: Usain Bolt, quien posee una curiosidad magnífica que ha desvelado el amigo @EldrickISB. Bolt se proclamó campeón mundial junior (2002) antes que campeón juvenil (2003), anomalía cronológica que habla de la precocidad del velocista jamaicano.

6.- La rusa Yuliya Zaripova, subcampeona mundial de 3.000 obstáculos en Berlín’09 (9’08”39) y campeona europea en Barcelona’10 (9’17”57), ha seguido el ejemplo de Rudisha y ha liderado toda la carrera, disputada con la ría por fuera. 3’00”70 el primer kilómetro, 3’03”36 el segundo y 3’02”67 el tercero, regularidad espectacular, para completar en 9’07”03, récord personal y cuarto mejor crono de la historia tras los 8’58”81 y 9’01”59 de Gulnara Galkina y los 9’06”57 de Yekaterina Volkova.

y 7.- Natalia Rodríguez. Espléndida en los últimos 300 de las semifinales de 1.500. Vencedora suave de su serie en 4’07”88, rotunda candidata al podio en una final en la que no estará Nuria Fernández (4’09”53). No parece que Natalia esté tan sublime de forma como hace dos años cuando ganó en Berlín’09 y fue descalificada, pero sigue manteniendo la zancada fácil, el desplazamiento felino y la inteligencia táctica. La vida atlética le da una segunda oportunidad de oro para coronarse.