domingo, 10 de julio de 2011

Cuando el fosbury mató al rodillo ventral, la simplicidad acabó con la complejidad

Ivan Ukhov es un saltador ruso de altura que practica el estilo fosbury, pero que debería emplear el rodillo ventral. El problema es que hace treinta años que dicho estilo permanece en el baúl de los recuerdos y ya ni siquiera los maestros más viejos sabrían enseñarlo. Ukhov ha perdido una gran oportunidad: quizás ahora estaría intentando batir el récord mundial de la especialidad (2,45 m., Javier Sotomayor). Ukhov posee un gran registro: 2,40 m en pista cubierta y 2,36 m al aire libre. Pero es un rodillista nato que salta de espaldas. Algo contranatural.

Basta ver un salto de Ukhov para comprender porqué es rodillista: la flexión en el penúltimo apoyo, el modo de batir, el movimiento de sus brazos simétricos en la acción final, la verticalidad del impulso… Y su propia morfología. Pero es un saltador que no puede practicar el estilo que mejor se le adapta porque dicho estilo ya no existe, sacrificado en aras de la eficacia en los mercados (deportivos).

Dick Fosbury popularizó en los Juegos Olímpicos de 1968 el estilo que lleva su nombre. Por la misma época, la jovencita canadiense Debbie Brill inventó la misma técnica de salto, pero la autoría universal siempre se le otorgó a Fosbury. Ganó el oro olímpico de México’68 y su estilo se popularizó, pero no de forma instantánea. De hecho, cuatro años más tarde, en los JJOO de Munich’72 aún fue abrumador el dominio de los rodillistas. El “flop” no parecía haber cuajado entre la élite. Sin embargo, sí lo hizo en las escuelas. Los entrenadores de niños advirtieron que saltar de espaldas era más divertido para los alumnos y, sobre todo, muy fácil de enseñar. El rodillo ventral era un estilo de alta complejidad, que exigía un esfuerzo intelectual y volitivo muy potente en atletas y técnicos. Entrenamientos muy intensos en lo físico y muy agotadores en lo mental. Una técnica casi ajedrecística, un sistema complejo de movimientos y la necesidad de un perfil morfológico específico. Frente a ello, la sencillez del fosbury, apto para cualquier tipología, simple de enseñar, fácil de aprender, método universal. Los entrenadores eligieron el camino de la facilidad.

El pulso empezó a inclinarse en las siguientes generaciones. Montreal’76 ya vivió mayoría de fosburistas. Y Moscú’80 fue el fin de una era: 30 saltadores, 25 empleando el salto de espaldas y sólo 5 supervivientes del rodillo ventral. El entierro del estilo complejo y el advenimiento del sencillo. Los abanderados de las bondades del fosbury mostraron un argumento irrefutable: enarbolaron intangibles biomecánicos que presumían las bondades de un estilo sobre otro y lo ratificaron con los resultados que se iban produciendo. Claro que ¿cómo podían ser los resultados si ya no quedaban rodillistas? Ni siquiera la exhibición del soviético Yuri Yaschenko en 1978, cuando pulverizó el récord mundial con 2,35 m, sirvió para modificar la irresistible tendencia. Heredero del prodigioso Valeri Brumel que a principios de los años 60 alcanzó, batiendo en ceniza y cayendo sobre arena, unos legendarios 2,28 m, Yaschenko era el prototipo del rodillista ideal y prometía ser el primero en subirse a los 2,40 m. Sus brincos prodigiosos auguraban semejante hazaña, pero la vida se le rompió pronto en mil pedazos y la marea del estilo fosbury pasó por encima de su carisma.

En Los Angeles’84 sólo hubo un rodillista, Liu Chin-Chiang (Taipei), eliminado en la calificación con apenas 2,10 m. Luego, nadie más de relevancia. Ningún maestro quiso complicarse la vida y el estilo desapareció en el tiempo. La sencillez del fosbury mató la complejidad. La historia dirá que ocurrió así porque saltando de espaldas se puede llegar más alto. Contra la frialdad de las evidencias estadísticas, yo afirmo que la pereza y la búsqueda de lo fácil limitó la riqueza de los estilos y la posibilidad de que biotipos como el de Ivan Ukhov alcanzaran las máximas cumbres. Hoy, el rodillo ventral es un vestigio prehistórico y el fosbury, la panacea universal. Pero el salto de altura es, globalmente, más pobre.

2 comentarios:

  1. RECORDO UN TAL PERARNAU QUE EMPREAVA AQUESTA TÈCNICA I QUE VA SER OLÍMPIC A MOSCOU. I QUE VA APROFITAR AQUELLS JJOO PER FER UN ARTICLE A LA REVISTA INTERVIU ON EXPLICAVA LES TRAMPES QUE FEIEN ELS SOVIÈTICS PER AJUDAR ALS SEUS ESPORTISTES... RECORDO UNA QUE EN LA QUÈ EXPLICAVES QUE QUAN LLENÇAVA EL JABALOT EN JANIS LUSIS OBRIEN LES PORTES PRINCIPALS DELS ESTADIS PERQUÈ L'ARTEFACTE VOLES MÉS...GRAN ARTICLE.

    ResponderEliminar
  2. Thank you for linking my site!

    ResponderEliminar